Las baterías profunda para carros de golf están diseñadas para entregar una potencia sostenida mediante descargas profundas repetidas, hasta el 80 % de su capacidad, lo que las hace ideales para usos prolongados en comparación con las baterías de arranque, que proveen ráfagas cortas de corriente alta. Principalmente fabricadas en plomo ácido (inundadas o AGM selladas) o ión litio, estas baterías ofrecen entre 500 y 1500 ciclos de carga, siendo las variantes de litio capaces de durar 2 a 3 veces más debido a su resistencia a la sulfatación, un problema común en las baterías de plomo ácido que reduce su capacidad con el tiempo. Fundamental para su rendimiento son las placas gruesas de plomo (en las de plomo ácido) o la química estable de los electrodos (en las de ión litio), diseñadas para soportar el estrés causado por las descargas profundas. Funcionan a 36V o 48V, compatibles con la mayoría de los sistemas eléctricos de carros de golf, y presentan tasas bajas de autodescarga, perdiendo solo entre 1 y 2 % de carga al mes, garantizando disponibilidad incluso tras períodos de inactividad. Los requisitos de mantenimiento varían: las baterías de plomo ácido inundadas requieren recargas periódicas de agua, mientras que las AGM y las de ión litio no necesitan mantenimiento. Para los usuarios, esto se traduce en energía confiable durante toda la jornada para jugar al golf, recorrer resorts o realizar patrullajes, manteniendo un desempeño constante hasta que sea necesario recargarlas, convirtiendo a las baterías de ciclo profundo en un componente fundamental de la funcionalidad de los carros de golf.