Las baterías de plomo ácido para carros de golf siguen siendo una opción popular y rentable, aprovechando una tecnología madura para ofrecer energía confiable en casos de uso estándar. Fabricadas con placas de plomo sumergidas en electrolito de ácido sulfúrico, operan a 36V o 48V, proporcionando corriente constante para velocidades típicas de carro de golf (12-15 mph) y autonomías moderadas (20-40 millas por carga). Dos tipos principales dominan el mercado: las de plomo ácido inundadas (FLA), que requieren rellenado periódico con agua para mantener los niveles de electrolito, y las selladas con manta de fibra de vidrio absorbente (AGM), que no necesitan mantenimiento y son resistentes a derrames. Los modelos FLA son más económicos pero requieren manejo cuidadoso para evitar fugas de ácido, mientras que las AGM destacan en terrenos accidentados gracias a su resistencia a las vibraciones. Aunque tienen una vida útil más corta (300-500 ciclos) comparadas con las de litio, las baterías de plomo ácido ofrecen costos iniciales más bajos y fácil reemplazo, haciéndolas ideales para usuarios que buscan economía o carros con uso moderado. Su compatibilidad con cargadores estándar y su amplia disponibilidad refuerzan aún más su rol en el mercado de carros de golf.